La Belleza de las Redes Sociales

Me gustaría saber las principales razones científicas que interfieren en la búsqueda de pareja. Si son el componente emocional y la personalidad los factores más importantes en la seducción, o a por el contrario la belleza es el componente esencial que rige las relaciones sentimentales. Analizando las principales teorías científicas y psicológicas, está claro que estamos programados biológicamente para sentirnos atraídos hacia lo bello. Me refiero al culto actual y obsesivo a la belleza y las distintas formas de explotación de ese componente básico en las relaciones humanas. También considero que hay una diferente dimensión de la valoración y percepción de la belleza en el contexto de Internet, y las ciber-redes sociales. Parece que las mujeres que buscan un hombre a través de Internet se sienten exclusivamente atraídas por la belleza, excluyendo otros caracteres y focalizando su atención sobre aquellos perfiles que presentan fotografías de hombres muy apolíneos y llamativos. Por el contrario estas mismas mujeres en su vida social cotidiana, fuera del ciberespacio, pueden llegar a establecer relaciones sexuales o sentimentales con hombres sin necesidad de que presenten una fisonomía tan excelsa. Existe un diferente nivel de exigencia según el contexto, y parece que el poder extraordinario del rostro humano se hace más evidente en medios como Internet donde la imagen es más notoria.

Pero no podemos basar todo en la atracción para mantener y cuidar una relación, a lo largo de una pareja aparece diferentes etapas: enamoramiento, amor pasional  y amor compañero , en el que se desarrollan diferente componentes necesarios para el desarrollo de un vínculo, y en cada una de las etapas se ponen en marcha diferentes mecanismos que faciliten el mantenimiento de la relación. No obstante, no podemos pasar por alto que las personas realizan un emparejamiento selectivo en base a la inteligencia y a la dureza del carácter, y buscamos personas que tengan rasgos similares a nivel físico y psicológico con nosotros.

Por otra parte, las redes sociales actuales nos permiten poder ser quienes realmente no somos, nos podemos publicitar como aquellas personas que deseamos ser y eso nos hace poder encontrarnos con gente distinta con la que normalmente nos relacionamos. Pero eso es durante el primer o segundo contacto, luego nos centramos en aquellas cosas que nos unen y no tanto en la belleza o lo atractivo que nos parezca. Las redes sociales comienzan a generar una nueva cultura de lo que entendemos por ser bello, simplemente es una nota más en todo lo extenso de la belleza. Diría que belleza y complejidad están muy interrelacionados y no solo dependemos del contexto, sino de la persona, la biología, la cultura, el entorno social, el arte.

La psicóloga Nancy Etcoff afirma que la belleza es universal, y sirve para publicitar nuestra salud y fertilidad; eso es lo que buscamos en las parejas, que sean saludables y fértiles. Etcoff estudia que la búsqueda de la belleza no depende de la cultura sino de la biología. En este sentido, Victor Johnston ha estudiado que los más guapos tienen más éxito en la búsqueda de trabajo y en la toma de decisiones, que la simetría en las facciones de la cara denotan salud, y es lo que buscamos para perpetuarnos. Pero ser bellos es una buena carta de presentación, pero no determina el éxito en el trabajo o en las relaciones; luego se requiere de otros elementos que son precisos poner en marcha.

No hemos de olvidar que somos seres visuales y podemos detectar una cara atractiva en los primeros momentos de un contacto, por lo que es lógico que nos centremos, inconscientemente, en poder sentirnos atraídos por una persona guapa. Tampoco debemos de olvidar que la cultura no determina qué es bello o no, pero lo condiciona y en este sentido, tratamos de ajustarnos a los cánones establecidos en un momento determinado; por eso, buscamos elementos complementarios que nos puedan hacer más bellos. Y aquí hemos de constatar que la personalidad también se refleja en nuestro aspecto: si somos felices, si nos encontramos emocionalmente bien. Se trata de un viejo patrón tratar de buscar la belleza, esta nos hace sobrevivir.